jueves, 24 de diciembre de 2009

"If" by Rudyard Kipling






"If you can meet with Triumph and Disaster
and treat those two impostors both the same...






“She”

martes, 15 de diciembre de 2009

"Sea Inside"



Sofía Mercado

The sea kisses her.
Foam seesaws graze her body laying on the seashore;
her body as numb and helpless before the splendor of a burning sky.
She doesn’t move, stretches just an arm and with her hand grabs a handful of sand she lets run through, slowly, as she feels the water force pulling her inside. Lulled by the murmur of the waves that brake at the edge of her remembrances:
all those nights of love plunging into her memory and chest as bursts of light and vertigo.
Under the arch of her back beats the earth. She closes her eyes and in a sigh views him in the distance. Then she and him search each other´s folds, those of their most secret geographies. The two of them dance a slow dance, bared by the encompassed cadence of their bodies.
She stretches the other arm. Opens the palms of her hands, as someone asking heaven, at least a crumb of pity. She imagines him again rolled over her, deepening into her most profound abysses, clearing the path to delirium, tearing the skin of her desire, while up above their voices sob, as moans.
She lies face down. Crosses her arms and rests her chin on top. Closes her eyes again. His gaze nested in hers. And hers, her gaze, returning him the silent complicity of a mute dialogue. A silent language only eyes comprise.
She stands up. Slowly breathes in the warm and salty breeze. She then walks into the sea, into the moisture of other caresses, beyond flesh and skin, sea inside, sea inside.


Comment:
This is a most romantic description of physical connection afforded by the pen of a woman who understands desire, passion and love. Thank you for the beautiful words that dress the page with artistry.

Robert
Jan 2, 2010




“Mar Adentro”
Sofía Mercado


La besa el mar.
Vaivenes de espuma rozan su cuerpo tendido a orillas de la playa; su cuerpo como anestesiado e indefenso ante el esplendor de un cielo al rojo vivo.
No se mueve, sólo estira un brazo y con la mano aprieta un puño de arena que va dejando escapar despacio cuando siente la fuerza del agua jalando hacia adentro.
Se arrulla con el murmullo de las olas que rompen al filo de sus recuerdos:
todas esas noches de amor que como ráfagas de luz y vértigo se le precipitan en la memoria y en el pecho.
Bajo el arco de su espalda pulsa la tierra. Cierra los ojos y en un soplo lo ve a él en la distancia. Ella y él, los dos recorriéndose los pliegues de sus más secretas geografías. Los dos, bailando una lenta danza marcada por el ritmo acompasado de sus cuerpos.
Estira el otro brazo. Abre las palmas de las manos hacia arriba como quien extiende las manos para pedirle al cielo aunque sea una migaja de compasión.
Vuelve a imaginarlo: él volcado sobre ella; ahondando en el más profundo de sus abismos; él abriéndole paso al delirio; rasgándole la piel de sus ansias, mientras allá, más arriba, sus voces como gemidos, sollozaban.
Se acuesta bocabajo. Cruza los brazos donde descansa la barbilla. Vuelve a cerrar los ojos. La mirada de él anidada en la suya. Y la de ella, su mirada, regresándole a él, la complicidad de un diálogo silente. Un lenguaje mudo que sólo los ojos comprenden.
Se levanta. Respira despacio la brisa tibia y salada.
Luego se mete al mar, a la humedad de otras caricias; más allá de la carne y de la piel; mar adentro, mar adentro.

martes, 1 de diciembre de 2009

Paul Auster´s

Latest Novel: “Invisible”

"I can never say ‘why’ about anything I do.
I suppose I can say ‘how’ and ‘when’ and ‘what.’
But ‘why’ is impenetrable to me.
Stories surge up out of nowhere, and if they feel compelling, you follow them.
You let them unfold inside you and see where they are going to lead.
This one fascinated me. I think I was interested in exploring youth again.
The previous three books had all been about older people.
I thought maybe I had explored that enough for a while.
There were anniversaries coming up too—many 40th anniversaries looming as I finished the book in ‘08."

Complete Interview:
Paul Auster on his new novel
Invisible:







Forever...




"Looking For Paradise"





"Échame a mi la Culpa"





David Gray: "This Year´s Love"
by Victor Hugo:

“On Vit, on Parle”

« La vie arrive avec ses passions troublées…




On vit, on parle, on a le ciel et les nuages
Sur la tête ; on se plaît aux livres des vieux sages ;
On lit Virgile et Dante ; on va joyeusement
En voiture publique à quelque endroit charmant,
En riant aux éclats de l'auberge et du gîte ;
Le regard d'une femme en passant vous agite ;
On aime, on est aimé, bonheur qui manque aux rois !
On écoute le chant des oiseaux dans les bois
Le matin, on s'éveille, et toute une famille
Vous embrasse, une mère, une sœur, une fille !
On déjeune en lisant son journal. Tout le jour
On mêle à sa pensée espoir, travail, amour ;
La vie arrive avec ses passions troublées ;
On jette sa parole aux sombres assemblées ;
Devant le but qu'on veut et le sort qui vous prend,
On se sent faible et fort, on est petit et grand ;
On est flot dans la foule, âme dans la tempête ;
Tout vient et passe ; on est en deuil, on est en fête ;
On arrive, on recule, on lutte avec effort... --
Puis, le vaste et profond silence de la mort!









"Certain thoughts are prayers;
there are times where no matter the attitude of the body, the soul is on its knees."


— Victor Hugo (Les Misérables)









"Amar en Tiempos Revueltos" TV España




"Man Deserves the Truth" Old Gringo/Gringo Viejo
(Carlos Fuentes´s Novel)
Fragment:

viernes, 20 de noviembre de 2009

"Miles From Nowhere"






"For you will still be here tomorrow
but your dreams may not"

(Father & Son)








Francis Pisani




“La Alquimia de las Multitudes”
“The Alchemy of Multitude”

Cómo la web está cambiando el mundo
How the Web is changing the world.

Authors: Francis Pisani, Dominique Piotet.

Entrevista a Francis Pisani:

jueves, 12 de noviembre de 2009

EL UNIVERSAL

Reflexiones

Sofía Mercado


Diálogo Imaginario entre un Poeta y un Escritor




En un intento por demostrar que la literatura trasciende el tiempo, elaboré un diálogo imaginario entre Gustave Flaubert (1821-1880) y Jaime Sabines (1926-1999). Todos los pensamientos; argumentos; citas e ideas que aquí presento, se transcribieron literalmente. Es decir, tal y como fueron escritos por sus autores. Mi tarea consistió en hacerlos coincidir. Durante el proceso, mi sorpresa fue doble.
Primero, al comprobar que pese a todos los años que separan a un autor del otro, fue posible situarlos en un mismo espacio. Y segundo, al descubrir que, a través de sus propios textos, fue factible establecer el siguiente “diálogo”:
Flaubert: “Ustedes los poetas tienen un vertedero en sus versos, cuando algo les estorba, escupen un soneto y eso les alivia el corazón.
Pero a nosotros…pobres diablos de prosistas…piensen en todas las amarguras que nos caen sobre el alma, en todas las flemas morales que nos agarran en la garganta.” Sabines: “En el fondo, los poetas estamos solos. Los poemas nos salen del útero del alma a su debido tiempo”.
Flaubert: “El dolor tiene de malo que nos hace sentir demasiado la vida. Humilla y esa es la prueba más triste para la gente que sólo se sostiene gracias al orgullo.”
Sabines: “No desprecies el dolor porque ha de enseñarte muchas cosas. Hospédalo en tu corazón una noche que al amanecer ha de irse. Pero no olvidarás lo que te dijo desde la sombra.”
Flaubert: “La tristeza es un vicio.”
Sabines: “A la soledad hay que pedirle que no nos salve de la tristeza; que no nos cure de la ternura que nos enferma. Que nos dé dolor, que nos apriete en sus manos y que nos muerda el corazón hasta que aprenda.”
Flaubert: “¿No sientes que en la vida hay algo más elevado que la felicidad, que el amor y que la religión? Quiero decir: la idea.”
Sabines: “Yo no tengo ideas. Siento pánico ante los hombres inteligentes. Dejé de buscar explicaciones hace tiempo. Tomo lo que traen las horas y a todo digo sí, nada más.”
Flaubert: “Somos lo que deseamos. Un alma se mide por la dimensión de su deseo.” Sabines:”No nos queda otro remedio que ser hombres.”
Flaubert: “Yo soy un hombre-pluma: Siento por ella, a causa de ella, con relación a ella y mucho más con ella.”
Sabines: “Nunca sabrás si eso fue un golpe de muerte o de fortuna. Si bebiste un veneno o exprimiste una fruta.”
Flaubert: “De las putrefacciones de la humanidad se hacen los deleites, las flores crecen sobre las miserias amontonadas.”
Sabines: “A la miseria del placer, eternidad, condenaste la búsqueda, al injusto fracaso encadenaste sed, clavaste el corazón a un muro.”
Flaubert: “¿Con qué nos consolaríamos de no ser con las palabras?”
Sabines. “La escritura es un intento por frustrar la soledad”. “Desconfío de la poesía y de la inteligencia cuando no están manchadas de sangre.”
Flaubert: “Para escribir con brazo firme hay que quemarse todo un lado del corazón.” Sabines:”Nadie puede vivir de cara a la verdad sin caer enfermo o dolerse hasta los huesos.”
Flaubert: “Ante todo hay que tener sangre en las frases. Ahora siempre tengo miedo de escribir.” “¿Sientes como yo, antes de empezar una obra, una especie de terror religioso?”
Sabines: “Yo no me tomo muy en serio a la poesía. Ella ocurre de todos modos como un accidente; un enamoramiento o como un crimen.”
Flaubert: “Para mí, la escritura es como una llaga en el corazón que me duele sin cesar y que me rasco con deleite.”
Sabines: “Yo necesito un corazón de metal para que aguante, tiene que ser resistente al venenoso amor, a la insondable fatiga, a los presagios, al ritmo impúdico y vicioso de la vida.”
Flaubert: “El exceso sea el que sea.” “Qué manía tan rara, llena de promesas, la de pasarse la vida consumiéndose a propósito de palabras para redondear frases. Hay veces en que se goza sin medida pero con cuántas amarguras se paga ese placer.” Sabines:”Por eso mejor estar en la tierra que nadie promete. En esta humilde tierra, llana, simple.” “No te alegres ni te entristezcas. Vive parsimoniosamente, todo lo quieto que puedas, en la cuerda floja.”
Flaubert: “Qué perro oficio.”
Sabines:”Yo no lo sé de cierto pero supongo que lo único extraordinario, lo único monstruosamente anormal, es esta breve cosa que llamamos vida.” www.eluniversal.com.mx





Pablo Neruda

“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”




lunes, 9 de noviembre de 2009

“Tonight I can write the saddest lines”





Box...Loving

“El Amor como el Box”

Sofía Mercado


El amor como el box, es un deporte brutal y salvaje con el cual es necesario ponerse en guardia y andarse con cuidado porque siempre ataca cuando menos lo imaginamos.
El amor se conoce todo tipo de golpes y, aunque los bajos son su especialidad, el golpe va de acuerdo a la víctima: cuánto más susceptible, más golpeada.
Como sea, del amor nadie se salva: a todos desespera, desalienta, desquicia, subyuga, seduce, fastidia y/o en el peor de los casos, mata.
Por eso, de vez en cuando, es recomendable tirarle un par de puñetazos para que lo sitúen en el lugar que le corresponde. Dos buenos trancazos propinados a tiempo le devuelven al amor esa dosis de razón y cordura que tanta falta le hace, sobre todo cuando rebasa los límites de la pasión y de la locura: los límites de la cama donde, por lo general, se ganan o se pierden las batallas. Y por más ganchos al hígado y por más uppercuts que nos plante el amor, lo importante es no perder la cabeza ni la conciencia. El chiste, digamos, es aprender a soportar la sangre derramada que de
la nariz, del ojo, de la quijada o del corazón nos brote según la paliza y confiar tanto en nuestra condición física como en nuestro espíritu de lucha para mantenernos de pie hasta el final, con la dignidad y el orgullo que todavía nos sobre.
Para lograrlo es fundamental estar al tanto de nuestro contrincante en todo momento; observarlo muy de cerca para predecir hasta el más leve de sus movimientos pero manteniéndolo a distancia o alejado, con un jab de izquierda, para no permitirle ningún tipo de contacto hasta no haber medido, con suma precisión, su estilo, su fuerza y sus mañas. Entre más conocimiento de las acciones y reacciones de nuestro contrincante, mayor oportunidad tendremos de aplicar los mecanismos de defensa aprendidos para este tipo de encuentros. De ahí la necesidad de saber contra quién nos enfrentamos. Porque el amor viene en todo tipo de envases y presentaciones e incluso en todo tipo de gramajes: desde el insignificante peso ligero hasta el aplastante peso completo: el amor en su máxima expresión y el que por lo general, nos rompe la cara. Pero no todo son golpes. También hay treguas aunque sean de un minuto; aunque sólo sean para reponerse, tomar agua, aire, fuerza. Un respiro que nos sabe a poco cuando suena de nuevo la campana anunciando el siguiente round. Entonces se va terminando el tiempo y la paciencia pero seguimos dando todo lo que somos y todo lo que tenemos con una sola meta: llegar al final. Si bien nos va, es decir, si antes no nos descalifican por knock-out o knock-out técnico, lo que en otras palabras significa estar física, espiritual y amorosamente inepto para continuar la lucha, llegamos al último round: el 12, al término del cual, ambos contrincantes, cada uno de su esquina, espera la decisión del segundo juez más implacable (el primero, no hay que olvidarlo, es el tiempo).
Finalmente el réferi levanta la mano del triunfador: ese individuo quien por decisión gana la pelea. En cambio el otro, cabizbajo, derrotado, recuerda, a manera de consuelo, un famoso pensamiento: "Es mejor haber amado y perdido, que nunca siquiera haber amado.”



"Metaphorically Speaking"




puntos suspensivos

ana terán

…desde el rincón adonde ahora me tocó sentarme miro de frente estupefacta la esquina en la que duerme el lienzo que tus manos y las mías hilaron juntas

es el amor que estrenó un beso por la noche y una mañana tersa cruzó la puerta de mi casa con su camisa a rayas verdes y subió a mi habitación a tejer sueños con las agujas que tus manos memoriosas y las mías inventaron con un rayo de sol robado al tiempo cuando tu cuerpo ondeó sobre las sábanas la seda de los nombres que nombran el asombro y la ternura

y siento pena ahora porque la niña que me habita aprendió tarde que las agujas no sólo tejen también pinchan y duelen y ya se secó la sal que escurrió por las noches en mi almohada

ya voy de frente sin mirar atrás porque prefiero las argucias del olvido a proyectar en la pantalla de mis manos las manos donde tus manos se refugian buscando en el baldío de un cuenco el alivio del escozor que levantó en tu piel la mía y miro el trozo de lienzo empolvado en el rincón

hecho jirones el amor nos mira desde el margen adonde lo orilló la línea que trazó la frontera entre el deseo y la vida y nunca se me ocurrió pensar que aquella línea era un cuchillo que iba a partirme el corazón en dos

dos mitades que de lejos se observan y en este instante una mitad sube las escaleras y la otra se queda detenida fingiendo que no pasa nada a la espera de que se le apareje un pie sobre el peldaño y sólo por si acaso

cambio de parecer y echo reversa y corro desbocada entre la hierba yerta de los días pasados buscando a la mujer que fui antes de que se abriera entre mis piernas el litoral en el que subyugada o necia me interné aguas adentro cegada al ojo de huracán que desató su furia…



una madrugada de octubre 2009, en la tinieblas del corazón de tula




Non, Je N'ai Rien Oublié




Carlos Fuentes

viernes, 30 de octubre de 2009

Carlos Fuentes






















"A Thousand Kisses Deep"



jueves, 29 de octubre de 2009














"Tu Más Profunda Piel"

Julio Cortázar


Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés-
es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacía de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que
sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda
y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas,
imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco
amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros,
y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes,
entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma,
máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído
y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro. Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y
las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste
" Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca
era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que
ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo. Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos.
Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me
devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una
misma estremecida réplica.
Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada. Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena.
Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta,
quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.

Último round, Buenos Aires, Ed. Siglo Veintiuno editores, 1969. pp.93-96








"This Hour has Seven Days"









Farinelli: "Lascia ch'io pianga"
La Libertad...

THINK




"All that we are is the result of what we have thought.
The mind is everything. What we think we become”. Buddha



Alexandra Burke:

Writing...

Eyes on Ice












Dan Gilbert: Why are we happy? Why aren't we happy?

Elizabeth Gilbert: Creativity








"If I am truly to become an autonomous woman, then I must take over that role of being my own guardian...I not only have to become my own husband, but I need to be my own father, too."

— Elizabeth Gilbert (“Eat, Pray, Love”: One Woman's Search for Everything across Italy, India and Indonesia)

Passion: "a writer’s secret life"

La pasión de Sergio Pitol

Sofía Mercado


En Pasión por la trama, de Sergio Pitol, Premio Juan Rulfo 1999, el lector no puede dejarse llevar por las apariencias ni debe aventurarse en juicios prematuros. Sobre todo porque la verdadera pasión del autor por la trama está al otro lado de la barrera de nuestros cálculos, más allá del simulado juego de máscaras y pistas falsas que conforman este libro de relatos: un aparente desorden sin concierto donde, sin embargo, desde el inicio, ya se vislumbran los primeros fulgores de ese amplísimo universo que es el arte y la literatura al que Pitol coloca un espejo con el propósito de recrearlo. Mediante sus propias tramas, no exentas de trampas, este autor mexicano explora tramas ajenas para describir el goce estético que a lo largo del camino le han provocado las obras de otros autores: Don Juan, de Moliere; Don Giovanni, de Mozart; los últimos cuartetos de Beethoven: el placer inmediato o instantes de placer que, "entre más intensos no pueden despojarse de un grano de desesperación porque contienen ya un pregusto de la muerte". La experiencia estética ante la cual Pitol no asume una mera actitud contemplativa. Su fervor por la literatura y su capacidad para el análisis lo llevan a encontrarle nuevos fondos a la forma. "Uno, de eso soy consciente, no busca la forma, sino que se abre a ella, la espera, la acepta, la combate. Pero siempre es la forma la que vence. Cuando no es así el texto está podrido".
En Pasión por la trama es precisamente la forma la que determina el enigma de sus historias. Los relatos de Pitol, a la vez ensayos al servicio del arte, nos describen su prolongada estancia en Europa y sus diferentes periodos narrativos en "El sueño de lo real", donde por un lado confiesa: "Soltar amarras, enfrentarme sin temor al amplio mundo y quemar mis naves fueron operaciones que en sucesivas ocasiones modificaron mi vida y, por ende, mi labor literaria. En esos años de errancia se conformó el cuerpo de mi obra". Y por otro advierte: "Si es cierto que las pulsiones de la niñez nos acompañarán hasta el momento de morir, también lo es que el escritor deberá mantenerlas a raya, evitar que se conviertan en un candado para que la escritura no se convierta en cárcel, sino en reserva de libertades". Gracias a esa libertad, que en Pasión por la trama se convierte en el cuerpo mismo de la escritura, el autor nos pasea por el mundo del arte y la literatura para darnos a conocer las diferencias abismales entre Julio Verne y Salgari; el Moscú de Walter Benjamin: "El Moscú de la desinformación, de las verdades a medias, y las mentiras barnizadas por capas de dudosa virtud"; para después llevarnos a una peregrinación por los santuarios más célebres de la cultura alemana: Thomas Mann, "una isla que he concebido siempre como tierra firme", Hölderlin, Hegel, Schelling, Broch, Rilke, Nietzsche, Goethe, Schumann y Brahms, entre otros. En Pasión por la trama, un libro configurado de modo novelístico, Pitol nos ofrece su muy personal y directa impresión de la vida y de la creación literaria: "Aquello que da unidad a mi existencia es la literatura; todo lo vivido, pensado, añorado, imaginado está contenido en ella. Más que un espejo es una radiografía: es el sueño de lo real".
La verdadera patria de Pitol es la escritura; una escritura alimentada de diversas obras y autores: Gogol, "el más enigmático de los escritores rusos, el más satírico, uno de los más grandes destructores de tabúes", "el que rasgó los velos de la ficción y nos mostró la vulgaridad, la codicia y la estupidez". Chejov: "Un escritor en transición situado entre dos mundos", "el escritor más difícil de la literatura rusa, puesto que bajo un máximo de aparente transparencia se oculta un núcleo cerrado que escapa a toda formulación crítica". Schnitzler: "Un escritor que anticipa el carácter sonámbulico de los habitantes de esa realidad (el Imperio de Viena) carente de realidad". Italo Calvino: "Una afirmación de fe en la literatura: hay cosas que sólo la literatura, con sus medios específicos, puede expresar".
Kusniewicz: "Un escritor que crea en torno a la barbarie un cerco de exaltación a la naturaleza". Nabokov: "El efecto del estilo es clave para la literatura", y su fórmula: "Forma (estructura y estilo) = Materia; el por qué y el cómo = el qué", "un consejo que de seguirlo, podría dar un renacimiento en la novela mexicana". Antonio Tabucchi: "La elegancia ligera, el sabio sentido de la economía del relato, el permanente registro lúdico", virtudes que lo alejan de todo pathos innecesario. Alvaro Mutis y su Maqroll, el gaviero, un personaje inasible o, como dice Pitol: "El oscuro hermano gemelo que alguna vez debió haber soñado Alvaro Mutis", una frase, al parecer tomada de una cita de William Faulkner: "A novel is a writer’s secret life; the dark twin of a man". José Donoso: "Un hombre que luchaba a brazo partido con su trama y se sumergía a diario en sus infiernos personales". Carlos Fuentes y su región más transparente: "Un caldero cáustico donde se reúnen los elementos más disímiles e incompatibles: prostitutas callejeras y damas de abolengo, intelectuales y albañiles y otros encubiertos por una neblina mítica". Carlos Monsiváis: "Escritor de la cultura popular quien al abstraerse de la razón teológica se concentra en la manifestación retórica del debate". Dickens y sus grandes esperanzas: "La historia de una educación sentimental", "el verdadero conocimiento de uno mismo y del mundo: el triste y noble encuentro con la realidad". Henry James: "Sujeto antiheroico que se conforma con exaltar el exilio interior como única posibilidad de enfrentarse a la corrupción y a la mezquindad que lo circundan". Ivy Compton-Burnett, la única autora que analiza Pitol: "Una pensadora radical, uno de los raros casos heréticos modernos; la mayor novelista trágica de la literatura inglesa contemporánea". Y Conrad: "Sus obras, que ocurren en los pliegues más secretos del alma, están pobladas por ráfagas de ironía corrosiva".
En Pasión por la trama, un recorrido aparentemente excéntrico por los caminos del arte y la literatura universal, el lector es quien debe despejar la incógnita propuesta para descubrir la esencia misma de la literatura de Sergio Pitol. "Escribir me parece un acto semejante al de tejer y destejer varios hilos narrativos arduamente trenzados donde nada se cierra y todo resulta conjetural.” Será el lector quien intente cerrarlos, resolver el misterio planteado, preferir alguna de las sugerencias: el sueño, el delirio, la vigilia. Lo demás, como siempre, son palabras.

Etcétera: Cultura http://www.etcetera.com.mx/

martes, 27 de octubre de 2009

Philip Roth


















Pedro Jesús Fernández

Pedro Jesús Fernández nació en Albacete en 1956. Es licenciado en Geografía e Historia (Historia del Arte) por la Universidad Complutense de Madrid y funcionario del Cuerpo Superior de Administradores del Estado. Después de trabajar como profesor de Arte contemporáneo en la facultad, creyó que lo suyo estaba más en la calle que en los claustros y que podía ser la gestión cultural, así que opositó y se fue a Sevilla como Jefe de Exposiciones y Museos de la Junta de Andalucía e incluso hasta reincidió en el Museo del Prado de Madrid, donde estuvo algún año de Subdirector General Adjunto. También ha pasado, entre otros, por los Ministerios de Administraciones Públicas o Educación y Ciencia hasta recalar en Turespaña, el órgano de promoción del turismo español en el exterior, donde fue responsable de Turismo Deportivo y Naturaleza y más tarde director de la Oficina Española de Turismo en México y Centroamérica. En los últimos años se ha dedicado a las relaciones con los medios de comunicación, primero en la Embajada de España en México y ahora en la de Italia, en ambos casos como Consejero de Información. Actualmente vive con su familia en Roma, atiende a la prensa, viaja y cuando puede escribe sobre lo que le gusta en El País y otros medios. También a veces, con constancia pero sin prisa, escribe y hasta publica novelas, y de tarde en tarde, pinta acuarelas.
Bibliografía

Tela de juicio (2000).Ediciones Alfaguara

Peón de rey (1998). Ediciones Alfaguara

Quién es quién en la pintura de Goya (1996). Ediciones Celeste

Quién es quién en la pintura de Velázquez (1996). Ediciones Celeste

" I Listen to the Wind, to the Wind of my Soul...





Llanura


Sofía Mercado

"Enterrado vivo en un dédalo de espejos,me oigo, me sigo, me busco en el liso muro del silencio" Jaime Torres Bodet Nada te distrae.
Ni el chocar de las copas ni el murmullo de las voces.
Parece que observas todo: el ir y venir de los meseros ofreciendo canapés y bebidas a esta gente que juega a estar de fiesta.
El recorrido de tus ojos deja atrás esta sala para meterse en la espesura de tus pensamientos.
La fiesta continúa: besos y abrazos por un lado; por el otro, narices recién empolvadas. Noche de escotes y fracs, perfumada de gala, que empiezas a abandonar porque tú ya estás en otros sitios desolados.
Te saludan. Una sonrisa mecánica se dibuja en tus labios y desaparece cuando se dan la media vuelta y te dejan de nuevo en la llanura donde estás.
¿Quién es esta ausencia que ahora habita tu cuerpo? Te ofrecen un whisky, brindas junto con ellos. El fuego del alcohol se desliza por tu garganta.
¿Te arde el recuerdo en el pecho? Enciendes un cigarro, intentas perfilar el rostro de otro tiempo, evocas el pasado, pero el humo es denso, no ves. Los invitados bailan al son de sus urgencias.
Todo se mueve menos las horas paralíticas que se instalan en la noche y la noche se hace vieja. Aquí siguen todos menos tú. Tú que estás parada frente a un páramo desierto donde hace unas horas te fuiste a buscar.












Leona Lewis: "Happy"